La proximidad de la Semana Santa nos hace pensar en destinos nuevos para explorar. ¿Qué tal la Riviera Francesa? Si os vais de viaje en familia, la Costa Azul con niños puede resultar un planazo. Sus playas no son muy grandes, perfectas para tener más controlados a los peques. Si sois más de montaña, estupendo también; hay varias rutas que pasan por sus bonitos pueblos medievales. Sigue leyendo y descubre los mejores lugares de la región para visitar en familia.

¿Qué hacer en la Costa Azul con niños?

Niza

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Está considerada la capital de la Costa Azul. Todo aquel que visita esta costa pasa por Niza, pues acoge al aeropuerto más importante de la zona y a él llegan la mayoría de turistas que viajan en avión. Niza tiene mucho que ofrecer a todo aquel que la visite. Destaca, por supuesto, el Promenade des Anglais, el paseo más famoso de la ciudad. Tampoco el centro histórico se queda atrás, con su Plaza Massena, el casco antiguo (llamado Vieille Ville, con callejones de piedra, iglesias y la Catedral de Santa entre otras cosas) o la Plaza Garibaldi. Podréis degustar un delicioso helado en Crema di Gelato, una heladería cerca de la Place du Palais, donde está el Palacio de Justicia. En esta plaza instalan, los sábados por la mañana, un mercadillo de libros de segunda mano.

Hay varios lugares en Niza que están genial para visitar con niños. El primero es Lunapark, un parque de atracciones cubierto y original donde lo pasaréis genial tanto adultos como niños; es como una feria gigante. También os gustará el Parc Phœnix, un enorme jardín botánico que es, a la vez, invernadero tropical y zoológico. Este invernadero de su interior se conoce como Diamante Verde y es precioso.

Otro buen lugar para ir con niños es el Museo de Arte Contemporáneo y Moderno de Niza, con exposiciones que van a llamar mucho su atención, sobre todo sin son más mayores. ¿Buscáis las mejores vistas? Entonces subid a la Colina del Castillo donde, además, encontraréis un antiguo cementerio de estilo romántico. ¿Os apetece degustar una buena cena? Estos son los mejores restaurantes de la ciudad.

Las playas están adaptadas para visitarlas en familia. Las que van desde Niza hasta Antibes son de piedra, están limpias y tienen vigilancia durante los meses más cálidos.

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Barrio de Cimiez

En el corazón de Niza se encuentra uno de los barrios más bellos, Cimiez. Se puede ver en medio día y se llega a él caminando, en coche o en bus desde el Paseo de los Ingleses. Aquí podréis visitar las ruinas de la antigua ciudad romana, el museo Matisse y el Museo Arqueológico. El museo Matisse fue restaurado en 2006 e incluye obras de arte y artilugios que van a llamar la atención de los más peques.

Cap d’Antibes (también llamado Antibes Juan-les-Pins)

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La imagen mas típica de Cap d’Antibes es de una playa con grandes mansiones y un faro en medio. Es una buena actividad dar un paseo por esta comuna francesa acompañados de los peques, se trata de un terreno llano y lleno de lugares para hacer descansos y tomar un baño en la playa o un granizado en una terraza. Os recomendamos la pequeña Playa de la Garoupe, de arena fina y aguas cristalinas. Podéis aparcar el coche el aparcamiento gratuito y alquilar una tumbona para pasar la mañana.

La Croisette, Cannes

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Foto: Kazimierz Mendlik

La Promenade de la Croisette es un famoso camino de Cannes. Se denomina así por una cruz que todavía está colocada en su recorrido y que, antiguamente, le daba el nombre de Chemin de la petite croix (Camino de la Crucecita). Esta vía es mítica en la Riviera Francesa y se puede recorrer dando un agradable paseo de unas dos horas, comenzando en el Palacio de Festivales y Congresos (sí, aquí se celebra cada año el Festival de Cine de Cannes). Durante el recorrido, los niños encontrarán parques infantiles, lugares con columpios y cafeterías para merendar y tomar algo fresquito. Podéis visitar el hotel Carlton y tomar un chocolate caliente para sentiros, por un momento, como Grace Kelly.

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Islas Lérins

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Foto: cannes-destino.es

Estas 5 islas pertenecen a la comuna de Cannes (aunque, durante la Guerra de Los Treinta Años, España tuvo su posesión y construyó y restauró algunas fortalezas). No hay coches en estas islas, por lo que son tranquilas y perfectas para ir con los peques. Se puede coger un ferry desde el puerto de Cannes que, en 10 minutos, te lleva hasta una de las dos islas más grandes: Sainte-Marguerite y Saint-Honorat, esta última es algo más pequeña pero tiene un bonito monasterio y un antiguo fuerte. Una buena idea es preparar un picnic y encontrar un lugar cómodo entre las rocas para sentarse a comer y luego darse un chapuzón.

Saint-Paul de Vence

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Foto: philhaber.com

Muchas personas se olvidan de que la Costa Azul, además de playas, tiene algunas zonas montañosas preciosas. A 30 minutos en coche de Cannes se encuentra la bonita ciudad histórica de Saint-Paul de Vence, que ha sido hogar de artistas locales. Es menos turística (pero más encantadora) que su localidad vecina, Vence. Sus calles son estrechas y curvadas, por lo que pasear por ellas con un carrito de bebé es algo complicado; es mejor dar una vuelta corta donde vaya toda la familia a pie.

Allí podréis comprar aceite de oliva muy bueno y hierbas provenzales que darán un toque delicioso a vuestros platos. También son típicas las figuritas de cristal, perfectas para traer de vuelta como recuerdo para familiares y amigos.

Jugar con los huevos de Pascua

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No podíamos dejar de mencionar esta bonita tradición en la que los niños son los protagonistas. La celebración de la Semana Santa en Francia es diferente a España, donde los actos son de corte más religioso. En nuestro país vecino solo es festivo el Lundi de Pâques (lunes de Pascua) y el símbolo principal son los huevos de Pascua. En este juego de los Oeufs de Pâque los adultos pintan y decoran (con pegatinas, envoltorios de colores, rotuladores…) huevos reales y de chocolate y los esconden. Pueden hacerlo en los jardines de su casa, en el interior o, incluso, en algún parque o bosque cercano. Los pequeños tienen que salir a buscarlos. También veréis que los venden en la mayoría de pastelerías y panaderías de las localidades francesas, sobre todo los de chocolate, que pueden ser muy elaborados.

Ya habéis visto que se pueden practicar numerosas actividades y hacer un montón de visitas chulas en la Costa Azul con niños. Además, el estupendo clima mediterráneo os acompañará en vuestras vacaciones. ¿Qué más se puede pedir para una escapada en familia? ¡A disfrutar!