Pensar en los pueblos blancos de Andalucía es evocar el olor y el color de las buganvillas prendidas de las fachadas encaladas, es pensar en una multitud de casitas sostenidas sobre una colina que mira al mar o que cae bajo la sombra de la serranía. Y acordarnos del olor y el sabor de esos platos típicos que tanta fama tienen a nivel mundial. 

A lo largo de Cádiz y Málaga se encuentran algunos de los pueblos más bonitos de España, los denominados como “Pueblos Blancos” debido al color de las paredes de sus casas. Si estáis pensando en recorrer una de las rutas más bonitas del país, os recomendamos que os quedéis para saber más de estos pueblitos bonitos. 

La Ruta por los Pueblos Blancos de Andalucía

Son muchos los municipios que se incluyen en la categoría de pueblos blancos andaluces, pero como es difícil que tengamos tiempo de visitarlos todos, es mejor planificar una ruta dependiendo del tiempo y de la disponibilidad que tengamos para viajar a ambas provincias. Nosotros proponemos dos rutas que podéis hacer a la vez o por separado, según el tiempo de que dispongáis. No sabemos si os dará tiempo a verlos todos pero sí sabemos que no os arrepentiréis de hacer ninguna de estas dos rutas. ¡Allá vamos!

Pueblos Blancos de Cádiz

Empezamos la ruta en la localidad de Jimena de la Frontera, que se encuentra entre la Serranía de Ronda y la Bahía de Algeciras y en la cual podemos apreciar el paso de las diversas civilizaciones que han dejado su impronta en esta preciosa localidad gaditana. No solo sus bellas calles, con casitas encaladas, sino su bosque os encandilarán.

Benadalid y su castillo árabe, de torres cilíndricas, son nuestra siguiente parada. Sus calles empinadas, que mantienen el trazado original del pueblo, conducen a la Plaza donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento. Benadalid encontraréis un bosque de alcornoques, pinos, encinas y castaños donde reposar a la sombra anes de proseguir el camino.

En plena Sierra de Cádiz se encuentra la localidad de Ubrique que yace a la sombra de la sierra con sus casitas blancas  agolpadas en una suerte de laberinto de callejuelas estrechas. Este pueblo ha sido testigo de la historia y podréis comprobarlo visitando su yacimiento romano, Ocuri, con un monumento funerario de tipo columbario del que existen muy pocos paralelos.

Ubrique, uno de los pueblos blancos de Andalucía.
Ubrique, pueblo blanco |Cádiz Turismo

Pueblos Blancos de Málaga

Ya en la provincia de Málaga, no querréis perderos una de las joyas de nuestro país: Ronda. Enclavada entre montañas, Ronda nos recuerda que es una de las ciudades más antiguas de España. Una historia que abarca desde el Neolítico, el Imperio Romano, las Taifas o la historia más reciente. Ronda y sus casitas blancas, sus patios llenos de colorido, os conquistarán para siempre.

En el Parque Natural de Sierra de Grazalema se encuentra otro de esos lugares envueltos en magia e historia: Benaoján. Un paisaje singular lleno de belleza y la posibilidad de practicar deportes al aire libre son parte de los atractivos de Benaoján. Pero si lo que venís buscando son sus casitas blancas, no quedaréis decepcionados. Benaoján y sus calles estrechas, plagadas de casas encaladas son una postal digna de recordar.

El pueblo escondido, la Montaña Sagrada o Montaña Perdida son algunos de los nombres por los que la localidad de Montejaque es conocida. Valles, mesetas calizas y cuevas convierten a Montejaque en un lugar perfecto para practicar deportes al aire libre como montañismo o espeleología.

Ronda, pueblo blanco sobre acantilados | Not just a tourist
Ronda, pueblo blanco sobre acantilados | Not just a tourist

Una de las rutas más espectaculares

La diversidad de paisajes de Andalucía la convierte en un destino increíble para explorar, descubrir y recordar. Caminando es como mejor podréis recorrer estos pueblos blancos y mezclaros con su gente, pero no dejéis de probar los deportes al aire libre que os ofrecen las diferentes localidades. Si todavía estáis buscando un destino perfecto para estas vacaciones, los pueblos blancos conservan ese encanto y magia que dan la tradición y la solera. 

No exageramos al decir que esta es una de las rutas más espectaculares que un viajero puede realizar y que no os arrepentiréis de hacerla. Preparad las maletas, ¡que nos vamos!